Presentación

La rutina es una enfermedad de la sociedad moderna, todos creen ser prisioneros sin ninguna salida próxima, cuando en realidad esta se encuentra a tu alcance. Para lo único que la rutina sirve es para realizar actividades cotidianas y de esa forma cumplir con nuestras obligaciones. Por instantes, situaciones peculiares nos permiten salir de la cotidianeidad en la que vivimos. La idea es tomar esos hechos, por lo general “tragi-cómicos”, para demostrar como en algún punto lo planificado se derrumba y nuestro camino cambia de dirección hacia otro punto, que hasta el momento, es incierto.

Estos instantes son comentados en reuniones con amigos o familia, y siempre algún detalle “extra” suele enriquecer aún más la historia. Lo mágico de estos momentos, es que nunca se olvidan. Pueden pasar años pero esas anécdotas siempre están allí, en nuestra mente, esperando que algo o alguien les de una mano para salir a la luz. Aunque su relato nos parezca cómico y salido de una película, en su experiencia aflora la pregunta más egoísta que una persona puede hacerse, “¿POR QUE A MI?”. Ese instante de reflexión es dominado por el narcisismo. Momento en el cual vienen a nuestra mente todas las personas que deberían estar en tu lugar. No importa si el hecho que estas viviendo es una visita médica, un robo o tu casamiento, siempre vas a tener a alguien que “realmente se merezca” atravesar esa situación.

Yo creo firmemente que todo lo que nos sucede es por algo, tiene un fin en nuestra vida. Además, y lamento informarte, no sos la única persona que sufre dichos momentos. A partir de la próxima publicación se comenzarán a tratar una por una las problemáticas más comunes que una persona suele sufrir. No hay que olvidarse nunca de tomar con humor a estas situaciones que la rutina nos plantea, porque si nos amargamos por cosas como estas: ¿Qué pasaría si algo aún más grave nos sucediese?