sábado, 22 de marzo de 2008

El acto escolar

Si hay algo relacionado con la infancia y, sobre todo, con la vida escolar, son los actos. Uno siempre se ve involucrado en este acontecimiento, te toca verlo o vivirlo. El primer grupo cuenta con la ventaja de reírse, ya sea, de los chicos que actúan como de aquellos a quienes les toca bailar con la maestra. Las desventajas que padecen son: soportar el mismo discurso de todos los años, los poemas hechos por alumnos y las palabras del directivo. Por otro lado, están los niños a quienes les toca participar. Ellos tienen la ventaja de tener horas libres durante la semana anterior al acto, bajo la excusa de “ensayo”. El punto en contra es el tener que estar con la maestra de Música y/o de Lengua, más de lo que nuestra paciencia resiste. También, el hecho de bailar frente a todo el Colegio, genera un trauma enorme para un chico.

Los actos escolares se pueden dividir en cuatro grupos (claro que estos poseen ramificaciones), a los cuales he llamado: Tradición, Independencia, América y Originales.

Los de tradición, son los actos que involucran a gauchos, chinas y, por lo general, la canción “Zamba de mi Esperanza”. Hombres de a caballo, con bombachas tan ajustadas que a uno lo llevan a solidarizarse con el y los “apretados en cuestión”. La mayor complicación con que este grupo debe lidiar, es con la técnica del zapateo, que a distinción de nuestros gauchos, se hace con zapatillas de suela de goma.

A diferencia de éste, el acto de la Independencia cuenta con disfraces muy elaborados. En el grupo se encuentran las damas antiguas, quienes deben usar miriñaque y peineta; los vendedores ambulantes que pregonaban frases tales como “pastelitos calientes para viejitas que queman los dientes” y “son las doce y todo está sereno”, generalmente de cara pintada con corcho quemado y repitiendo versitos “publicitarios”; y los hombres que gritan “¡Viva la patria!”. América cuenta con tres personajes principales: la Reina de España, siempre con su huevo a mano (que en esta ocasión podría ser de pascua), el habitante nativo (al cual le ponían tres plumas como avestruz que se queda pelada) y, por supuesto, Colón, el “héroe” de la historia y hoy, el nombre de un rico vino.

Por último, nos encontramos con el acto original. Éste se caracteriza por la desperada búsqueda de algo distinto, pero finalmente se vuelve a caer en la monotonía. Por lo general, consta de chicos en guardapolvo sosteniendo, emotivamente, la bandera del país y cantando canciones alentadoras (por ejemplo: “Color Esperanza” de Diego Torres).

Como se puede ver, todos en su infancia padecen del acto escolar. No tiene nada que ver la Escuela a la que hayas ido, ni los maestros que se hayan hecho cargo. Todos (y sobre todo los más chicos) somos rehenes de una historia inventada, con personajes salidos de revistas infantiles y puestos en altos pedestales de cartulina. Sin embargo, hay posturas renovadas, intenciones de mostrar que se pueden hacer cosas diferentes, y que no es necesaria una “escoba con cara de caballo” para graficar el cruce del General San Martín por la Cordillera de Los Andes.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es parte del adolescente, que adolece, darse cuenta (porque le dijeron o porque lo descubrió) de las "mentiras" de la niñez.

Es chocante y yo creo que hasta puede ser inentendible para un niño decirle: "acá éran todos rojizos, era el continente rojo justamente... qué pasó¿? y... vinieron los del continente blanco y los mataron a casi todos... por eso hoy un porteño se parece más a un uruguayo que a un salteño, que éste se parece más a un boliviano...y la diversificación existe porque blah blah blah"

La ingenuidad es parte de la niñez y los maestros no pueden romper con eso para los actos. Lo que sí se debe romper en el sistema educactivo es dejar de enseñarnos que pepito y fulanito son PRÓCERES, GRANDES DE LA PATRIA, cuando NO... ¿O no tienen todos los nenes a Rivadavia como "woo el de las hojas, el bueno"? ¿El buen viejito de Mitre tal vez?¿Sarmiento querido, la educación está contigo?

Dios Dios ... hay nombres que no sé como están de nombres de calles y de instituciones

Anónimo dijo...

Che yo no voy a opinar tanto sobre los proceres sino del contenido humoristico de la nota la cual me gusto mucho y yo no soy un de esas personas que se cuelga a leer en el ciber pero esta me atrapo en gran manera porque eso nos paso a todos.
Cuidense y esta muy buena la revis

Anónimo dijo...

jajaja tal cual!que sufrimiento,el peor fue el acto original...a mi se me cayo la cara nada mas de verlo..bueno muy buena nota..y bien ahi con la musica de fondo(aguante ktupq) besos chauuuuu